EL SEÑOR DE LOS LADRILLOS

LIBRO II

CAPITULO VI

MUCHOS DESENCUENTROS.

(Un 50% es de Pablo Aceituno, quien se animó a continuar la historia... tras casi 4 años de suspenso !  la otra mitad es mía... . ¡adivinen cual ! - J.S.V.).

 

Flojo despertó y se encontró tendido en una cama. Lo cual es lo habitual. Cuando uno despierta en una cama, habitualmente está tendido. Lo anormal sería despertar de pie en una cama. 

Pero bueno. Al principio Flojo pensó que había dormido mucho (cuéntate una nueva) o quizás estaba enfermo, o peor aún, que por accidente había fumado una de las extrañas hierbas que acostumbraba traer Gandulfo. Se quedó acostado, rascándose la cabeza ( Flojo desconocía la existencia del lindano) y escuchando el rumor de una televisión en una pieza cercana. Recordaba haber tenido una horrible pesadilla: unos jinetes negr... digo, Oscuros, lo perseguían, mientras Gandulfo gastaba toda su dinero en el pueblo de Lomitón. "Es imposible" - se dijo a si mismo - "un mago no andaría estafando a la gente así como así... ellos sólo hacen trucos de manos, desapariciones, imitaciones de firmas... un trabajo honrado...". Flojo continuó así por una media hora, rascándose alternadamente diversas porciones de su anatomía.

-   ¿ Dónde estoy, hermosa ave ? - preguntóle Flojo a un buitre que lo observaba atentamente creyendóle agónico.

-    Estás en la casa de Elrock, y son ya las 3 de la tarde, así que... ¡LEVÁNTATE FLOJO! - respondió una voz vinagrosa.

-    ¡ GANDULFO ! – exclamo flojo, incorporándose de un salto y golpeándose la cabeza, ya que la casa de Elrock era baja, tipo DFL 2.

Allí estaba el viejo mago, sentado en una silla. Flojo se sintió aliviado de verdad al verlo. ¡ En verdad había venido a ayudarlo ! (lo cual no era ni tan cierto. Gandulfo había huído hace tres días, durante la madrugada, vestido sólo con una sabana [el la llamaba "túnica"], perseguido por los padres de una rabbitt menor de edad con la cual se había "enredado" "accidentalmente". Cada vez que Gandulfo relataba este episodio ponía el énfasis en la palabra "enredado" y "marcaba" las "comillas" con "los" "dedos" constantemente, "de manera" que llegaba a ser "bastante" "molesto" "."

- Oh, Gandulfo, ¿ en verdad eres tú ?

- No idiota, soy una ilusión - dijo Gandulfo.

- ¡¡¡ OHHH, pareces de verdad !!! - exclamo Flojo, sorprendido por las habilidades mágicas de Gandulfo.

Gandulfo miro hacia el techo y suspiró. - Es obvio que soy yo... tienes suerte de estar aqui, con la sarta de imbecilidades que has cometido durante los últimos días.

Flojo reflexionó un momento ante tamaña acusación, sintiéndose vagamente culpable. Luego lo olvidó todo, en medio de un enorme bostezo.

-  ¿ ehr... donde están los otros?

-    Están sanos y salvos - respondió Gandulfo ( recordando que Troncos, Merry y Pippin, se encontraban tirados en la pieza contigua después de beber un extraño y mágico licor que por décadas había guardado Elrock. El brebaje era llamado por los antiguos “Jote”, y sus componentes eran un misterio, aun para Gandulfo. En cuanto al Enano y Sam, habían decidido ir a conocer los alrededores. Extrañamente, se encontraban tomados de la mano cuando Gandulfo los sorprendió, aunque lo atribuyó a una excesiva fraternidad por parte de ambos).

 - ¿ Que pasó ? - pregunto Flojo.

-  Nada mi pequeño rabbit, salvo que estuviste a punto de ser capturado por los Jinetes Negr.. digo Oscuros, para ser torturado, humillado, insultado y convertido en un pequeño saco escrotal, solamente que más idiota.

Flojo contemplaba a Gandulfo con la misma expresión que tendría un chino si escuchase a alguien hablar mapudungún por primera vez. - Ahh...oye, Gandulfo, entonces, si no es por la ayuda de Troncos, esta no la cuento.

- Para que veas lo valerosos que son mis amigos .... ! Ehm, además te informo que el amable Elrock, ha dispuesto su casa para que celebremos un carret... un concilio para luchar contra el malvado Caurón y sus secuaces.

- Gandulfo – interrumpió Flojo – tengo algunas dudas respecto a tus amigos... el viejo Trigalillo no nos atendió muy bien, ni siquiera nos defendió contra los Jinetes, de hecho lo noté un poco torpe.

- Sabes de verdad muy poco si es que acaso crees que el viejo Trigalillo es torpe – dijo Gandulfo – Es bastante idiota, mal parido, hijo bastardo de una ramera gorda, ladrón, estafador, homosexual, pederasta, homicida, manfinflero y bueno para el cañote, pero es buena persona y si lo pillas volando bajo hasta es capaz de prestarte plata.

- El Concilio va a comenzar – dijo un Elvis, el cual cayó de bruces al resbalar con los calcetines de Flojo.

- ¿ Y tu quién eres?- preguntó Flojo, tomando el Ladrillo, dispuesto ya a lanzarlo ante el recién llegado. Sin embargo se detuvo, extasiado por la vista impresionante de las patillas que se extendían por mas de 20 centímetros, la capa con lentejuelas y los pantalones pata de elefante. 

- Mi nombre es Elrock, aunque en la antiguedad, antes de las primeras guerras contra Caurón, la Tierra Entera me conoció como “The Rock”. 

- Un nombre de verdad extraño – suspiró Flojo.

- Bueno... Basta de recuerdos de la Nueva Ola y vamos al concilio ! - exclamó Gandulfo, deseoso de beber algo de vino. 

La casa de Elrock resultó ser mas chica de lo que pensaba Flojo en un comienzo. Lo que en un principio le había parecido como la hermosa habitación en la cual le habían alojado, no era otra cosa sinó el living. De hecho su cama era solamente un sillón convertible. Sin embargo tenía una ventaja: al ser la casa tan pequeña, tanto Gandulfo como Elrock y Goldfinger, se veían mas imponentes y señoriales. De hecho, hubieran pasado por gente decente si hubiesen tenido menos luz. Pero no. 

- Correlegionarios – exclamó Elrock ante el micrófono – héte aquí a  Flojo Bolsero el Portador del Ladrillo Del Poder.  Para abreviar, de ahora en adelante, lo llamaremos simplemente "Flojo", o "El imbécil del Ladrillo", cómo sea que resulte mejor. 

Flojo contempló varios pares de ojos que lo observaban, algunos claros y grandes, otros bizcos, y uno que otro tuerto, aunque lo que más le llamo la atención fue ver a Gandulfo que trataba de sacar algo de su nariz con un pequeño palillo de helado.  Luego Elrock  invitó a Flojo a sentarse en el suelo - habia sido recientemente embargado - al tiempo que daba a conocer el nombre de todos aquellos extraños personajes. 

- Este es Gilme, hijo de Glupy... no... hijo de Donut... nommmh hijo de ..... (Elrock calló, recordando la demanda de paternidad que Gilme había interpuesto en contra de 10 enanos que vivían cercanos a su hogar). Bueno, por ahora lo llamaremos Gilme, Hijo de Puta. 

Elrock prosiguió:

- Ese de la minifalda es Fletolás, hijo del rey Elvis del Bosque Desierto.....  Y este es Burromir – el más valiente de los Hombres del Sur, desde la séptima región hasta Chiloé. Burromir dejó caer saliva sobre el piso.

- Estimados amigos – gritó Gilme – (el enano era además de enano, sordo) -  vengo en representación de mi pueblo para vengar  la afrenta que nos ocasionó el miserable de Caurón, quien nos engatusó vilmente con una oferta de prosperidad, cosa que nunca llegó..... A pesar de que él prometió... prometió... igual que mi padre !  Mi padre le dijo a mi madre que volvería, que no la abandonaría, que le daría su apellido a sus hijos. Pero no, el maldito nunca regresó. ¿ En que iba? Ah, sí, Caurón. Bueno, Caurón nos prometió muchas cosas.... Oro, riquezas, joyas, incluso el derecho a usar el Control Remoto... pero nunca cumplió... igual que mi padre.... mi padre.... - balbuceaba el enano entre una que otra lágrima. 

Despues de tres horas de narración, Gilme llegó al quid del asunto: Caurón los habia hecho firmar ciertos papeles para obtener viviendas para todos los enanos, pero en cambio lo único que recibieron fue unas casuchas a las que denominaron Khazan-charchum ( traducción:Casas Copeva).

 - ¡¡¡ Busco venganza!!! - gritó Gilme, al tiempo que golpeaba la mesa con un puño, ocasionando que Gandulfo y los demas despertásen.

- Está bien mi querido enano, ya llegará tu turno – dijo Elrock – pero escuchemos a Fletolás quien ha hecho un largo viaje en tren, desde los dominios de su padre. 

- Mi intención es destruir a toda costa a Caurón, nuestra raza es pacífica por excelencia y no nos gustan los seres que no aman la paz, azotamos sus aldeas, acuchillamos sus mujeres y sus niños, a los que se resisten a nuestro paso, los convertimos en esclavos sexuales o simplemente los colgamos - respondió Fletolás.

 -Veo que tus razones son valederas y razonables – asintió Elrock.

- ¿ Y qué nos podrías decir tú ? – dijo Gandulfo dirigiéndose a Burromir.

- Ahh...bueno yo me encontraba en mi casa....eeeeh...este cuando....aaaaah....unos Porkos....eeeehr, y mi mamá me dijo.... ahhh, que diantres...  ¡¡¡¡MUERTE A CAURON!!!!.

- No alcanzo a comprender el significado de tus sabias palabras, querido Burromir, pero supongo que si te encuentras acá tu destino sera unirténos - afirmó Gandulfo.

- Eh..... ¡¡¡ Si !!! - exclamó Burromir, al tiempo que una gota de saliva trazaba un arco perfecto desde sus deformes labios hasta la cara de Gandulfo, enredándose en su barba y bigotes.  Tras secarse con una toalla, éste prosiguió:

- Troncos... es tu turno.  Manifiesta a estos rabbits, tu verdadera identidad, ha llegado tu hora- 

(en alguna parte suena el tema de Superman)

- Bien mis queridos amigos, mi nombre no es Troncos, sino que Artowueón hijo de Artomeón, Señor de los Dondenoai del Norte, Heredero de Micifuz hijo de Laxur, y acá en mis manos está el Sopapo que alguna vez estuvo roto y que será forjado de nuevo !!!.

Flojo observó a Troncos, y en realidad parecía más alto y brillante; probablemente la hierba que fumaba Gandulfo ya estaba haciendo sus efectos en el pequeño rabbit. Sin embargo, mantuvo la misma expresión facial que había tenido desde el comienzo del Concilio y preguntó:

- ¿ Y eso que significa ?

- ¿ No conoces las leyendas ? - inquirió Troncos con gesto de estupefacción.

- ¿ Cuáles leyendas ?

- ¡¡¡ Las leyendas !!! Las que decían que el Sopapo que estuvo roto iba a ser forjado de nuevo...

- ¿ Y para que forjarlo, no es mejor comprar uno nuevo?

- ¿ Es que acaso no entiendes que este Sopapo es una reliquia ? ¡ Este fue el Sopapo que destapó las cañerías de Gordor, arrancándole el Ladrillo de las manos a Caurón !

- ¡ O sea que para mas remate, un Sopapo usado !

Gandulfo tuvo que correr para sostener a Troncos, quien ya se había exasperado lo suficiente como para agarrar a Flojo del cuello y empezar a estrangularlo de manera rápida. No le interesaba tanto que Flojo sufriera, lo que quería era que se callara de una vez por todas. Sin embargo una oportuna patada dada por Sam en las gónadas de Troncos con sus zapatos taco aguja, logró liberar a Flojo. Ya mas calmados, y mientras Troncos se retorcía en el suelo, Gandulfo prosiguió:

- Flojo, enseñáles el Ladrillo. 

Flojo se abrió la camisa y sacó el enorme estuche de cuero en el que guardaba el Ladrillo. Los Elvis murmuraban entre sí ya que ahora entendían porqué el Rabitt parecía tener un esternón tan protuberante. Burromir se movía intranquilo: la codicia se adivinaba en sus ojos. Deseaba tener el Ladrillo en sus manos, y si la ocasión se daba propicia, golpearse con él en la cabeza, una o dos veces solamente.

El ladrillo no brillaba, ni relampagueba, ni tenía efectos especiales incluídos, y de hecho pesaba tanto como una... como un... bueno, como un ladrillo.

- Lo que debemos discutir es cual es el destino del Ladrillo - prosiguió Elrock, mientras se acariciaba la papada. - No podemos emplearlo, ya que entonces Caurón se enojaría con nosotros por haberle usado el Ladrillo. Y cuando Caurón se enoja.... uf.

- ¡ Debemos entonces destruirlo ! - gritó Gilme. Y diciendo esto, tomó su martillo y golpeó al Ladrillo con él. 

Para todos aquellos versados en el principio de acción y reacción, sabemos que a toda fuerza se le opone otra igual y en sentido contrario. Cuando se golpea un objeto indestructible con otro destructible, hay dos posibilidades: que este último se rompa, o que rebote.

El martillo de Gilme rebotó, y en su cara.

- Ehr.... ¿ hay algún médico en la sala ? - preguntó Elrock, mientras la gente corría en torno a Gilme, quien, curiosamente ahora podía ver muchas pequeñas aves de diversos colores girando alrededor de su cabeza.

- Déjalo... - interrumpió Gandulfo - Enanos hay muchos y lo que nos falta ahora es tiempo... y dinero. Siempre hace falta dinero....

Elrock ignoró esta última frase (ya conocía las estratagemas de Gandulfo para sacarle plata cada vez que podía) y prosiguió: - Bien, ¿ alguien más tiene una idea ?

- Yooo... - alcanzó a decir Burromir.

- Bien, en vista de que nadie tiene una idea de que hacer con el Ladrillo, he tomado una decisión: votaremos por algún idiota para que lleve el Ladrillo al Vertedero del Destiño, y se deshaga de él de una vez por todas. ¿ Están todos de acuerdo ? Bien. ¡ Que den un paso al frente todos aquellos que estén dispuestos a cargar con el Ladrillo !

Todos los presentes, por alguna extraña coincidencia colectiva, dieron un paso atrás. Lo que dejó a Flojo al frente, ya que este se sentía demasiado pajeado como para moverse en cualquier dirección.

- Veo que el Medioenano se ha ofrecido - ¿ Quién más ?

- ¿ Quién, yo... que yo qué ? - se quejó Flojo, dándose cuenta diez segundos muy tarde de su situación. Ahora le correspondía a él ser el Portador del Ladrillo; una vez mas parecía que el destino se empeñaba en mariconearse con él. Aunque claro, Flojo tampoco había invertido mucha energía en buscar un destino diferente para si mismo. Por lo mismo, el destino parecía querer cagárselo en retribución, con mas pica que nunca.

Elrock se dió cuenta rápidamente de que si sólo Flojo se marchaba con el Ladrillo, todos los demás patudos se quedarían durante meses en su casa pegándole en la pera, así que tomó una rápida decisión:

- Cómo es muy inseguro para un rabbit tan joven el viajar por el país, he decidido que lo acompañará... a ver... (Elrock contó en voz baja).. uno...dos... mmmmm...cuatro...mmmh... Nueve!  Eso, nueve de ustedes lo acompañarán, para protegerlo.

- ¿ Porqué nueve ? - preguntó Gandulfo, quien se intuía la treta de Elrock.

- Ehr... porque mmmmh, los planetas son nueve... tres por tres son nueve, ehr... los nueve pecados capitales... ehr... Blanca Nieves y los nueve enanito...s ... ehm. Y el nueve es de buena suerte, ¿ sabían ? Así que este es el grupo definitivo que va a acompañar a Flojo:

Fletolás de los Elvis, a quien he pillado varias veces tomándome las cervezas y llamando por larga distancia. Estarás mejor allá que acá. ¡ Y córtate ese pelo !

- ¿ Pagan viático ? - inquirió Fletolás.

Elrock lo miró levantando una ceja, y continuó:

 - Gilme, en representación de los Enanos.

Como Gilme no escuchaba nada desde antes del martillazo, sólo asintió con la cabeza, pensando que tal vez hablaban de otra cosa.

 - Burromir, en representación de los Hombres de Gonador.

Burromir alcanzó a levantar la mano y decir "esteee...", pero Elrock lo interrumpió.

- Troncos, en representación de si mismo.

Troncos aún se retorcía en el piso, por lo que sólo pudo quejarse, de manera que Elrock se apuró en continuar, antes de que le pudiera responder algo inteligible.

- Sam, en representación de las minorías sexuales.

Sam reprimió un gritito, pero no dijo nada. Le excitaba la idea de estar solo en el campo con ocho hombres adultos.

- Gandulfo, en representación de.... mmmh, no sé, ¡ pero te vas igual !

Gandulfo iba a quejarse, pero luego pensó que tal vez podría estafar a sus compañeros de viaje, de manera que se calló. Además que el momento era propicio para salir de la casa de Elrock, ya habiendo guardado parte de la platería y los candelabros en su maleta.

- Y también se van los otros rabbits: el que se mea en la cama - Pippín se sonrojó -  y el que ocupa el excusado por tres horas seguidas.

- ¿ Yo ? - preguntó Merry, ofuscado. Sin embargo, prefirió quedarse callado. El era el único rabbit del grupo que además de los pies peludos tenía las palmas peludas.

- Bien, pues así queda conformado definitivamente y sin vuelta posible, el grupo que acompañará al Imbécil.. digo, al Portador del Ladrillo, para que pueda estar mas cómodo en su viaje. La llamaremos pués....

 

"La Comodidad del Ladrillo !"

 

Elrock sonrió. En realidad el grupo debería haberse llamado la "Comodidad de Elrock", pero tal vez hubiera sido un poco demasiado obvio. Al fin todo salía a pedir de boca. Todo parecía perfecto: Flojo se rascaba el ombligo, Gandulfo le revisaba los bolsillos a Troncos, y Sam coqueteaba con Fletolás. Si, este hubiera sido un buen final para cualquier película.

Sin embargo, como ésto no es una película, Flojo decidió preguntar porqué Elrock había dicho que lo acompañarían nueve, siendo que sólo nombró a ocho personajes.

Elrock se rascó la papada y se arregló el jopo, intranquilo. - Mmmh, tienes razón. Ehr... tal vez debería acompañarlos uno de los Jinetes Negr... digo Oscuros.

- ¿ QUEEEE ? - exclamaron todos los presentes al unísono. Burromir sólo dijo " ¿ ah ?" cinco minutos después.

- Ehr, sí. Bien, verán, cuando drenamos el río después de la inundación, nos encontramos con una manta que obstruía el drenaje. La tiramos para afuera y resultó ser uno de los Jinetes Oscuros, semiahogado. Así que lo hemos tenido secando al sol para recuperarlo, y ahora ya está bien, y creo que le toca marcharse - respondió Elrock, mientras se arreglaba los lentes oscuros con forma de estrella.

- ¡¡¡ Pero no nos puede acompañar !!! ¡¡¡ Los jinetes andan en busca del Ladrillo !!! - se quejó Troncos.

- Si, bueno, pero no por eso lo vas a prejuzgar así como así, todos tenemos nuestros defectos, y es malo andar discriminando por el color... Además que tampoco quiero mantenerlo mucho tiempo mas en la casa. Le gusta el heavy metal y se lo pasa mucho tiempo encerrado en su pieza escribiendo símbolos satánicos. A los Elvis nos gusta el rock tradicional, no esa basura actual. ¡Traigan al Jinete !

Un par de Elvis salieron, y al poco rato volvieron con uno de los Jinetes negr.. digo, Oscuros. Sin embargo, a plena luz del día no se veía tan impresionante. Por otro lado, después de haberse empapado, y secado al sol, la manta que lo cubría había encogido a menos de la mitad de su tamaño, así que apenas le llegaba a la altura del hombro a Flojo.

- ¿ PORQUÉ ME HAN CONVOCADO ? - gritó asperamente el pequeño jinete, o sería mas preciso decir, el jockey.

- Tendrás que acompañar a Flojo y a los demás al Vertedero del Destiño.... No puedes vivir para siempre acá en la Casa de Elrock.

El Jinete lo miró resentido.

- Oh, vamos, no pongas esa cara. Es por tu bien. Un Jinete Oscuro no es para estar encerrado en una jaula de oro... un Jínete Oscuro es como un espíritu de los bosques, como un pajarillo, algo tierno y delicado, que debe ser libre y buscar su destino.... seguir su naturaleza e ir a donde su corazón lo guíe.

Ante estas palabras, incluso a Gandulfo le costó reprimir una lágrima.

- OH, ESTÁ BIEN. - se quejó el Jinete - ADEMÁS YA ESTABA NECESITANDO ESTIRAR LAS PIERNAS.

- No tienes piernas - interrumpió Elrock.

- ¡ ES UN DECIR ! ¿ BUENO, NOS VAMOS O QUE ?

 

Y así fue como definitivamente quedó conformada la Comodidad del Ladrillo. En los meses siguientes, los miembros de la Comodidad no se marcharon, sinó que siguieron pegándole en la pera a Elrock, alegando que no estaban lo suficientemente preparados. Troncos mandó a reparar el Sopapo de Misilduro, pero curiosamente se le volvía a quebrar a los pocos días.  Flojo buscaba a Bingo en la casa de Elrock (por alguna razón suponía que debía estar ahí, pero Bingo nunca apareció). El Jinete caminaba duro por los pasillos de Rivenhell, ya que algún gracioso le había almidonado la capa. Gilme, el Enano, se ensarzaba en conversaciones a grito pelado con Fletolás, ya que el primero no escuchaba practicamente nada. Burromir pasaba tardes enteras persiguiendo gallinas en el patio. Sam, en cambio, parecía ser el único en querer apurar la partida.

Mientras Gandulfo preparaba sus maletas, Flojo entró en la habitación. Gandulfo se vio sorprendido y se apuró en tapar las cosas que le estaba robando a Elrock. Sin embargo no pudo impedir que Flojo se diera cuenta de la existencia de algunas pertenencias de Bingo en su maleta.

- ¿ Porqué tienes estas cosas de Bingo acá, Gandulfo ?

- Ehr, bien, este, mi pequeño rabbit. Ehhh, Bingo me encargó que te las diera llegado el momento. Eh, toma esto - y sacó de la maleta una espada pequeña, envuelta en una raída vaina de cuero. - Esta es Fardo, la espada que perteneció a tu padre. El arma de todo caballero jedi. Un arma noble para tiempos mas civilizados...

- ¿ Mi padre era un Caballero Jedi ?

- Eh, bueno, no lo sé, en realidad. A lo mejor, tal vez. Uno nunca sabe sobre la vida sexual secreta de las personas. Ah, y toma esto también-.  Y sacó un paquete que parecía bastante pesado para su tamaño. Desenvolvió viejas telas y sacó a la luz una pequeña capa Elvica, hecha de lentejuelas entrelazadas, flexible como un lienzo, fría como el hielo y mas dura que el acero. Una que otra polilla voló hacia la ventana.

- ¡ Es hermosa ! - exclamó Flojo -  Pero no creo que sea de mi talla...

- Vamos, póntela, a ver que tal te queda.

Así que Flojo se puso la camisa, la capa de Elvis, los lentes de Elvis, sosteniendo la espada en su mano derecha, el micrófono Elvico en su izquierda, y Gandulfo le puso el Ladrillo al cuello cuando estuvo todo listo, lo que hizo que Flojo se fuera de hocico al suelo con todo el peso.

Sin embargo, Flojo estaba feliz.


 CAPÍTULO VII

EL LADRILLO VA A ESQUIAR

 

Finalmente, la Comodidad del Ladrillo decidió partir, no tanto por voluntad propia, sinó porque Elrock, aburrido, había decidido dejar de pagar las cuentas de su casa. Viéndose sin gas, sin electricidad y sin TV cable, los miembros de la Comodidad prefirieron viajar.

Ir hacia el Sur les pareció una buena idea: siempre habían oído decir que la mejor marihuana se cultivaba allá, y que las minas eran mas fáciles. Sin embargo se equivocaban. Minas Tirith y Minas Morgul no iban a resultar nada fáciles.

Gandulfo marchaba adelante, en una litera transportada por Merry y Pippín, aduciendo que debía estar descansado por si eventualmente necesitásen de su "magia" [hágase el gesto de "comillas" con los "dedos"]. Les seguían Troncos y Burromir, quienes a menudo peleaban por el raspado de los sartenes. Sam, Gilme y Fletolás se les perdían constantemente entre los matorrales, y sucedió que muchas veces debieron devolverse a buscarlos. Flojo, en cambio, se había sentido agotado desde el momento en que partió, y cualquier roca que viera le parecía el mas cómodo de los asientos invitándolo a posar su regordete trasero en él. Si no hubiese sido por el constante acechar del Jinete, a lo mejor Flojo se hubiera quedado echado.

No era tampoco que el Jinete fuése muy amenazante. Simplemente caminaba al lado de Flojo, y lo miraba de manera fija. Aunque tampoco le quedaba muy claro a Flojo si en realidad lo estaba mirando, ya que el Jinete no tenía ojos. En otras ocasiones parecía que el Jinete sólo se dedicaba a parlotear durante horas, quejándose de los bajos sueldos en Gordor, y de que era lo que iba a hacer cuando todo este asunto del Ladrillo se resolviése y pudiera jubilar.

- UNA PEQUEÑA CASITA BLANCA, CERCA DEL LAGO, CON CÉSPED Y UNA REJA DE MADERA COLOR CANELA. PONDRÉ UNA MECEDORA EN EL PORCHE Y VERÉ PASAR LA GENTE....

- ¿ ah, si ? - respondía Flojo, sin mayor interés.

- Y TENDRÉ UN PERRO. UN LABRADOR. ME GUSTAN LOS PERROS LABRADORES.

- mmmh.

- CUANDO ME JUBILE PODRÍAS IR A VISITARME.

- Seguro.

Aunque Flojo no estaba seguro de si llevaban días o semanas caminando, si estaba seguros de que parecían meses. De hecho estaba bastante molesto con Elrock, quien tenía muchos caballos a su haber, y sin embargo fue incapaz de prestarles uno solo siquiera, alegando que se los iban a hacer charqui.

- Deténganse - señaló Gandulfo desde su litera. - Montaremos acá nuestro campamento.

- ¿ Acá de nuevo ? - se quejó Troncos. - ¡ Sí estamos apenas a cien metros de la Casa de Elrock !

Gandulfo se irguió, miró hacia el horizonte con las manos a manera de visera sobre los ojos y luego asintió.

- Tienes razón. Tal vez el haber estado dando vuelta en círculos nos ha demorado en nuestro viaje.

El grupo había pasado las dos últimas semanas dando vueltas en torno a la casa de Elrock, albergando la secreta esperanza en su corazones de que éste, arrepentido, los saliése a buscar.

[un rápido paneo (swoooosh !) hacia la casa de Elrock nos lo muestra en calzoncillos, con un bol de palomitas sobre sus piernas, viendo las peleas de la WWF y haciéndole barra a Mankind]

Antes de que pudieran acomodarse para descansar, algo húmedo y tibio golpeó el cuello de Sam. La súbita visión de lo innombrable le hizo exclamar, con una voz que luego le parecería demasiado ronca y varonil para su gusto, la frase que solía caracterizarlo: "¡ Corran !".

El grupo entró en desbandada. Merry y Pippín arrojaron la litera mientras Gandulfo trataba de salir de ella. Troncos corría como el oso del Pájaro Loco. Gilme trataba de correr al tiempo que intentaba ponerse los pantalones, ya que el grito de Sam le llegó justo cuando se había ido a largar el cuerpo tras unas matas.

Todos los miembros de la Comodidad del Ladrillo se habían ocultado tras las rocas. Tras unos segundos de silencio, y cuando ya parecía que la situación había sido sólo una de las tantas histeriqueadas de Sam, una mancha oscura se alzó en el cielo, al Sur, y se movió como el humo llevado por el viento.

Un súbito rumor de aleteos los atemorizó. Un ruido similar a "putucrrruuuú, putucruuuuú" fue creciendo en intensidad. De pronto, y a tan sólo unos centímetros de Flojo, otro proyectil húmedo y tibio cayó con un ruido que podría escribirse como "plotsch". A este plotsch, le siguieron varios plitsch y algunos plutsch, aunque nunca algún platsch. Todo mezclado con aleteos. Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú.

Con cierto temor, Troncos alcanzó a gritar - ¡¡¡ Son palomas !!!. Y efectivamente, una nube de palomas pasaba encima de ellos, arrojando cuanta caca era posible para un animal emplumado, lo que explicaba los ruidos húmedos a su alrededor. Sin embargo, un imprevisto plutsch interrumpió el grito de Troncos.

- Permanece acostado y guarda silencio ! - le aconsejó Gandulfo. Sin embargo ya era demasiado tarde. Burromir había salido en persecución de "las palomitas", y el Jinete se había enredado en las zarzamoras, de manera que las palomas pasaban una y otra vez empleándolo de blanco fijo (y eso que era negro).

Tras unos treinta minutos de plitsh, plotsh, putucrús y aleteos, las palomas se fueron. Gandulfo se incorporó del suelo (dejando su silueta marcada, ya que todo alrededor de él estaba cubierto de mierda.) - Éstas no son palomas normales. Son palomein de Fangoria. Y llegaron acá por alguna razón.

Flojo miró hacia todos lados con cara de culpable y escondió tras de sí una bolsa de comida para palomas que había abierto hace una hora. Sin embargo nadie lo vió, ya que estaban todos mas preocupados de comprobar si Burromir estaba vivo, y si había sido capaz de respirar bajo el equivalente de un mojón tamaño king-size. Merry y Pippin se habían esforzado por sacar al Jinete de las zarzas, y trataban de estrujarlo para sacarle la caca de encima.

- Bien, está visto que debemos seguir nuestro camino - concluyó Gandalf, mientras Troncos escupía algo con asco. - No sabemos si las Palomein irán a volver, y parece que Elrock definitivamente no vendrá a buscarnos.

[parte "A Hard Day's Night" de los Beatles, y otro rápido paneo nos muestra a Elrock tomando un jacuzzi, luego corriendo con un algodón de dulce en una feria, y finalmente saltando en cámara lenta dándose de golpes con un almohadón de plumas con una amiga]

De manera que en en un inesperado giro del guión, nuestros personajes recogieron sus cosas y se dispusieron finalmente a partir. - Llevemos solo lo necesario - dijo Gandulfo abrazando su colección de las Obras Completas de Shakespeare de tapas duras. Merry y Pippin abandonaron la litera de Gandulfo, ya que consideraban a Gandulfo innecesario, pero un tirón de orejas de este les devolvió la cordura.

- El Vertedero del Destiño queda muy lejos - se quejó Gilme. Tal vez deberíamos probar "el otro camino"...

- ¿ El camino de tierra ? ¡ No te atrevas a hacerme proposiciones indecentes ! ¡ Nunca en mis cuarenta años de vida alguien me habían ofendido así ! - se quejó Gandulfo, quien por lo demás, tenía mas de cuarenta años.

- No, no me refiero a eso - prosiguió Gilme. Tal vez podríamos atravesar Khazas Charchum, o Moria Khazan como se le llama en el lenguaje élfico, en vez de cruzar por el paso del Caraduras. Con toda esta nieve a nuestro alrededor, se nos va a dificultar la marc

[eh, por cierto, ¿ dije que había nieve ? ¿ no ? Ehr, bueno, había mucha nieve. Si, eso, mucha nieve, tal vez había olvidado escribirlo. Con tanto detalle que hay que anotar, y los diálogos, y todo eso. Lo lamento si no dije que había nieve. No volverá a ocurrir. Lo prometo. Había nieve, y mucha. Ah, y estaban en un cerro, no un cerro no..., una montaña, y soplaba el viento y todo eso. Y hacía frío, y había relampagos y cosas por el estilo, todo eso que hay cuando hay nieve. Ehrr.... (nota del autor)]

Gandulfo se asombró al encontrarse rodeado de nieve. De hecho los rabbits y el Enano estaban enterrados en la nieve, aunque podría haber jurado que hace unos minutos atrás el sol brillaba y hacía mas de 30º a la sombra. No habría otra razón la cual estuviese vestido sólo con una sudadera y shorts. - Están sucediendo cosas muy extrañas aquí - dijo en voz baja, aunque nadie le escuchó por el viento reinante [¿ les dije que había viento, cierto  ?].

- Gandulfo, los marshmellows se congelan - gritó Troncos con una bolsa de marshmellows semisólida en la mano - ¡ debemos hacer algo ! 

Gandulfo se levantó, y miró heroicamente hacia el horizonte. - Muy bien. No nos quedaremos aquí para convertirnos en paletas heladas. Tomaremos el otro camino.... ¡ No se rían ! Me refiero a que iremos por .....

- ¿ por Detroit ?

-  ¡ No me arruines mi mejor escena ! - escupió Gandulfo. - No... iremos por....  ¡¡¡¡Khazas Charchum!!!!!

 

(PAN- PAN - PAAAAAAAAN......... continuará)